Cómo ser protagonista de tu vida

La vida está llena de desafíos…

Un cambio de trabajo, una relación tensa con algún compañero de trabajo, la falta de reconocimiento de nuestros jefes, una cantidad de trabajo que nos supera, nuevas responsabilidades que nos generan mucha presión…

Lo mismo en la vida personal… dificultades para comunicarnos con nuestra pareja, superar una separación, un duelo, soledad, falta de tiempo para cuidarnos, para tener vida fuera del trabajo…

Y a veces, sin saber ni cómo ni cuándo, nos sentimos superados, perdidos, bloqueados, impotentes. Nos falta energía y motivación para dar nuevos pasos, nos vemos atrapados, a nuestro pesar, en movimientos de dispersión y procrastinación que a su vez activan frustración, en el estrés, la desmotivación y la apatía. Y nos resulta muy difícil imaginar cómo cambiar la situación. Es como estar atrapado en un laberinto (también llamado zona de confort) en el que damos pasos a ciegas tropezando siempre con los mismos callejones sin salida.

¿Cómo manejas tus circunstancias?

¿Dejas que las circunstancias guíen tu vida…?

Son varias “las trampas” de la mente para colocarnos en un lugar de impotencia… Date permiso para pararte y respira hondo para empezar a observar tu realidad.

La trampa de culpar a los demás …

Mi pareja no me escucha, no respeta mis necesidades… Mi jefe me exige siempre más y no reconoce mis esfuerzos… Mis compañeros de trabajo no comparten la información, no me ayudan cuando lo necesito… Mis amigos no me hacen caso, se aprovechan de mi… Mi familia no me valora…
Desde esta perspectiva, son los demás que se comportan de una forma que me perjudica. Entonces sentirme mejor supone que ellos cambien su forma de comportarse conmigo.
Cuando intento hacerle ver al otro que me hace daño, pedirle que reconozca que se equivoca, y que tiene que cambiar su forma de comportarse, entrego al otro la responsabilidad de mi propio bien estar…

La trampa de culpar las circunstancias …

Culpar a los disfuncionamientos del mercado laboral, a mi edad (demasiado joven o mayor), a mi experiencia (insuficiente o excesiva), a la Covid, a la soledad, a la injusticia generada por la gestión del trabajo en mi empresa, o a la injusticia en la sociedad en general, al ritmo de vida cuando necesito compaginar mi trabajo con el cuidado de mis hijos… Además, culpar a las circunstancias de mi propio pasado que me genera inseguridad…

La lista es larga de todas las circunstancias que veo como el motivo principal de las dificultades que me impiden cambiar el rumbo de mi vida.

De la misma manera que cuando culpo a los demás, proyecto fuera de mi control la responsabilidad de mis dificultades para avanzar, y sin darme cuenta, me coloco en una posición de “víctima” de algo que no puedo controlar. Podemos perder mucha fuerza y energía en empeñarnos en conseguir algo que no depende de nosotros…
Y si empezáramos a mirar hacia lo que, si, depende de nosotros…

¿Qué puedes hacer tu para tomar el control de tu vida?

Nuestra visión de la realidad no es la realidad sino nuestra percepción de la realidad, la cual refleja las auto limitaciones de nuestro propio mapa mental. Te invito a empezar a mirarte hacia dentro, a observar este “como somos” y a cuestionarlo…

¿Te reconoces si te hablo de la auto exigencia? Esta voz interior que te dice que tienes que hacer más, más rápido y todo perfecto… La presión para alcanzar el nivel de perfección auto exigido paraliza, activa la autocrítica y la desvalorización y te incapacita para manejar tu realidad, personal o profesional.

¿Y si te hablo de miedo (al qué dirán, a equivocarse, al fracaso, al rechazo, etc.) Anticipas de forma negativa todo lo que podría ocurrir en el futuro y te desanimas antes de empezar…

¿Y si hablamos de falta de autoestima? Cuando te centras en todo lo que supuestamente te falta, en comparación con los demás, te sientes “menos”, y te da una visión de ti mismo que te quita fuerza, motivación y energía.

Son mecanismos mentales que te hacen verte a ti mismo como incapaz de realizar lo que te propones … Cuando empiezas a darte cuenta de que es tu forma de percibir la realidad que te perjudica, puedes empezar a asumir tu propia responsabilidad individual y cuestionar esta percepción.

5 claves para activar tu poder personal

Veamos juntos 5 claves para empezar a activar tu poder personal.

1. Querer cambiar

No importa cuánto tiempo hayas estado atrapado/a en tu bloqueo mental, lo que cuenta es el momento en que sientes la necesidad de empezar a actuar. Eres el único que sabe cuándo ya es el momento para cambiar.

2. Definir tus objetivos

Deja de centrarte en lo que no funciona en tu vida y define en positivo lo que quieres alcanzar. ¿De qué manera te gustaría manejar tus circunstancias de forma diferente? ¿Qué necesitas para esto? Atrévete a mirar hacia el futuro para imaginar tu vida ideal en todos los ámbitos de tu vida…

3. Desafiar tu mente

Empieza a cuestionar tu forma de pensar y desafiar “lo que te cuenta tu mente”. La meditación o el mindfulness te ayudan a observar tus pensamientos negativos y dejarlos pasar. A lo mejor, también necesitas buscar a un profesional que te acompañe en este proceso de auto conocimiento.

4. Creértelo

¿Conoces esta pequeña voz interna que te susurra: “no me lo creo…”? Así de simple: o la escuchas y te quedas atascado/a en el lugar de la impotencia, o decides darte crédito lo suficiente como para empezar a experimentar una vía alternativa.

5. Atreverte a dar el primer paso y ser protagonista de tu vida

A la hora de dar un primer paso, recuérdate: ¿para qué quieres dar este primer paso? ¿Qué conseguirás una vez alcanzados tus objetivos? ¿Cuál es la importancia que le das a este cambio en tu vida? ¿De verdad lo quieres? Entonces, ¿Qué estás dispuesto a hacer para conseguirlo? Sin acción no hay cambio.

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